“Solo uno de cada seis especialistas en tecnologías de la información y uno de la cada tres graduados en STEM son mujeres” así subtitula el Suplemento Comercial del Diario de Navarra su artículo dedicado a las mujeres en el ámbito de la ciencia.
El pasado 19 de febrero se celebró el día internacional de la mujer y la niña en la ciencia, que pretende rendir homenaje a todas aquellas mujeres que trabajan o aspiran a tener un lugar en el sector científico y informático; pero también dar visibilidad y promocionar este sector entre las más jóvenes. Entre otras cosas, quiere dar a conocer los estudios STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) a las futuras estudiantes, para ir poco a poco rompiendo la brecha de género que existe en este ámbito. En julio de 2023 se matricularon 17.600 mujeres en grados STEM, que suponen el 27,8% del total de alumnos de primero. Concretamente, la cifra de chicas ha aumentado de 3.900 alumnas que se inscribieron en 2015. Esta diferencia de género se debe, por un lado, a la imagen de la ciencia asociada históricamente a los hombres. Pero, por otro lado, el número de mujeres científicas en el mundo laboral está lejos de igualar a la presencia de hombres.
De hecho, existe una brecha de género importante pues según la Unesco, solamente un 33,3% de los investigadores científicos de todo el mundo son mujeres; y a nivel estatal esta únicamente corresponde al 19%.
En definitiva, que el “techo de cristal” en el sector tecnológico o científico existe. Es decir, a medida que se asciende en puestos de trabajo, la presencia femenina disminuye. Por lo tanto, que más allá de la desigualdad salarial, existe una desigualdad arraigada que puede intervenirse desde la infancia para generar el cambio.
En ese sentido, el día internacional de la mujer y la niña en la ciencia pretende dar voz a esta problemática, pero también acercar y fomentar el interés de las niñas. Un ejemplo de ello son las diferentes actividades y charlas organizadas por las diferentes instituciones educativas como institutos, colegios o universidades en diferentes ciudades españolas enfocadas a las más jóvenes. Por un lado, para dar a conocer a las futuras universitarias los diferentes estudios STEM y potenciar su posterior inclusión en el mundo laboral. Y, por otro lado, para acercar la ciencia y tecnología a las más pequeñas, desde la enseñanza primaria, en taller interactivos.
Además, otros proyectos o actividades darán visibilidad a este tema bajo otras formas, como puede ser unos premios a la investigación de mujeres; o bien la representación de obras de teatro como La chica que soñaba para crear referentes en el imaginario colectivo.
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